Atrapada entre los paparazzis (libre)

Mi vida se habia tornado algo escandalosa luego de que comenzo mi carrera como modelo. Habia posado para muchas revistas como Vogue, Maxim, entre otras. Asi que a causa de eso ya no tenia respiro, los paparazzis me perseguian a toda hora buscando chismes nuevos sobre mi, no podia negar que eso me gustaba pero muchas veces también me molestaba debido a que no tenia privacidad, aunque yo tambien me lo buscaba.

Tome la ropa mas sencilla que tenia y me dirigí a tomar un cafe, o algo asi.Queria un respiro, hacia mucho que no modelaba, tal vez eso haria que los paparazzis se olvidaran por un momento de mi, pero no fue asi. Cuando iba caminando me senti perseguida acelere el paso, pero no pude escapar mas, al caminar al centro de la calle, me vi rodeada de fotografos, queria escapar pero no tenia salida. No podia huir de aquellas calles.

Esa misma mañana había salido "temprano" de casa por culpa del ruido que producía una de las malditas obras que se estaban produciendo justo delante de la ventana de mi habitación. Por desgracia, no había manera de acallar ese ruido tan molesto, por lo que tras, una media hora intentando concentrarme en el libro que estaba leyendo en ese momento, no tuve más remedio que salir de casa hacia la cafetería más cercana. Quería despejarme, de hecho, tenía que hacerlo sino quería que mis crispados nervios me jugaran una mala pasada y, como de costumbre cuando me encontraba alterado, acabara peleando con alguien. Era como si los problemas me buscaran cuando estaba enojado.

Con un suspiro exasperado andé por las calles, abarrotadas de gente. Intentando desviarme de la marea de gente me interné por calles secundarias, callejoneando por éstas, que se encontraban semi-desierta. No obstante, un bullicio captó mi atención.
Un grupo de personas armadas con cámaras y libretas parecían arremolinarse en torno a una chica. Fruncí el ceño y me abrí paso entre la multitud a codazos y empujones, colocandome al lado de la joven, que parecía realmente agobiada.
- No sé quiénes sois ni qué queréis, pero, ¿acaso no sabéis que es de mala educación acosar a señoritas indefensas? - tras mis palabras, siguieron a lo suyo como si nada. Fruncí el ceño. - ¡¿Acaso no me habéis escuchado?! ¡Venga, largo de aquí! - exclamé antes de hacer ademán de dirigirme hacia uno de esos paparazzis. Éste retrocedió, al igual que todos los demás, que, sabiendo lo que les esperaba, se retiraron uno a uno.

Todo eso de la falta de privacidad se tornaba ya molesto y estresante, ¿Tendría alguna vez paz? ¿O mi vida estaría condenada siempre a los chismes y paparazzis? Realmente odiaba eso, antes lo amaba pero ya no.

Quería que se fueran, tape mi rostro estúpidamente para que las luces no molestaran mi vista mientras que buscaba la manera de escapar. Una voz se oyó, y quite las manos de mis ojos. Note que estaba un chico que al parecer quería sacarme de aquel bullicio y gentío. Tome su mano rápidamente para que me sacara de alli, luego de que los paparazzis se sonreí de manera agradecida.

Muchas gracias-dije un poco atontada aun por las luces, mi vista estaba algo borrosa aun y no podia visualizar bien al chico.

De verdad que eres mi heroe, no se que hubiese sido de mi sin tu ayuda. Gracias de nuevo

Casi le gruñí al último de aquellos fotógrafos que al parecer parecía reacio a largarse, fue en el último momento cuando se dio la vuelta y echó a andar tras sus "compañeros" con pasos raudos. Suspiré exasperado. Lástima, podría haber desahogado mi frustración con alguno de ellos, pero en lugar de eso me esforcé por contenerme de manera estúpida y anormal... Anormal en mí, obvio.
La suave voz de la chica llegó a mis oídos, haciéndome fruncir el ceño. Volteé a verla, buscando su rostro con la mirada. ¿Porqué demonios se me hacía tan sumamente familiar?

Cuando al fin pude reconocerla esbocé una amplia sonrisa. Su nombre era Charlotte si mal no recordaba, pues la había visto en varias fiestas a las cual habíamos asistido los DesKonTrol y las Diamonds. Solía verla con el grupito de Miranda.
- Vaya Charlotte, quién diría que te vería dando las gracias... - comenté con ademán burlón, bromeando, antes de negar con la cabeza. - No te preocupes, no ha sido nada. Aunque no me hubiera venido mal zurrarle a alguno de esos buitres... - hice crujir mis nudillos y resoplé.

Vaya, había agradecido algo? Algo un poco anormal en mi ya que ni siquiera a mis padres les agradecía. Bueno ignore eso y mi sonrisa se borro pero no por completo, cruce mis brazos y escuche lo que dijo el chico. Enarque la ceja y lo mire de arriba a abajo y viceversa tratando de recordar su rostro, pero se me hizo imposible. El sabia mi nombre pero yo ni idea, tal vez era porque a veces estaba tan ocupada en pasarla bien y verme bien. Pero que importaba eso, lo recordaría en cuestión de minutos o mas. Tal vez me conocía de alguna fiesta o algo así. Eran muchos los chicos que conocía y con los que salia que se me era difícil recordar nombres y rostros.

En fin con mis ojos cruzados rodé los ojos luego de escuchar sus otros comentarios..

Seas quien seas no te creo que te convenga decir cosas de mi.. conteste. Y las gracias fue algo--chasquee los dientes- Algo así como por dártelas..Espero que no te emociones por haber escuchados ese tipo de palabras salir de mi boca

No era de extrañar que ni siquiera recordara mi nombre, pues bastante me había costado a mí reconocerla a ella. De no ser por su inconfundible cabellera, probablemente le hubiera respondido un "De nada" y me hubiera marchado sin más; no obstante, seguía aquí, y aún no sabía el porqué.
- Pero qué mala memoria. - roté los ojos teatralmente - Alexander Hewitt. - probé a refrescarle la memoria, aunque no tenía demasiada fe en que me recordara, al fin y al cabo nunca antes nos habíamos dirigido más que un par de frases, cortas y breves.
Enarqué una ceja al oír aquello último que dijo y negué levemente con la cabeza.
- Ya me extrañaba a mi haber escuchado eso. Habrá sido acto reflejo haberme dado las gracias por haberte espantado a esos lobos hambrientos.

Alexander Hewitt,repeti en mi mente tratando de recordar ese nombre. En realidad si tenia mala memoria y mucho mas para los chicos. Al menos que alguno me gustara, se me era imposible olvidar su nombre. En fin, me quede por unos segundos en silencio, a ver si mi mente recordaba algo, respire profundo y cerre los ojos. Despues de que pasaron los segundos los volvi a abrir y un pequeño recuerdo llego a mi mente.

Claro habiamos ido a unas cuantas fiestas y un par de veces bailé con el, y cruzamos unas cuantas palabras, pero nada paso de eso.. Gracias al cielo, aunque el chico viendolo bien no estaba nada mal. Buen fisico y ojos a mi parecer lindos. En mi rostro se dibujo una media sonrisa.

A mi me sorprende que me hayas salvado de esos buitres. Entonces Alexander me dijiste que te llamabas?. Ya te he recordado, el chico que nunca se pela una fiesta. El chico DesKonTrol.

Observé expectante y curioso cómo hacía ademán de concentrarse, cerrando los ojos y guardando un silencio sepulcral durante unos segundos que, a mi parecer, se hicieron realmente largos. Cuando volvió a abrirlos le dirigí una simple mirada que, con toda seguridad, habría captado.
- Puedo ser un imbécil, un arrogante, un orgulloso y de cuando en cuando puede que incluso un capullo, pero ante todo soy un caballero, y te veía metida en un "pequeño" apuro. - dije sin darle mayor importancia, haciendo una breve pausa para luego añadir.- No llegaron a tocarte, ¿verdad? - pregunté, examinándola de arriba a abajo en busca de algún daño o cosa semejante.
Al fin, pareció acordarse vagamente de mí. No dudaba de que yo no era ni el primer ni el último chico al cual conocía en una fiesta; y, como era de esperar, la situación era recíproca. No obstante, de no ser porque era compañera de Miranda ni la hubiera mirado. Asentí levemente con la cabeza.
- Dime tú qué DesKonTrol falta a una fiesta en SunPark. - dije esbozando una media sonrisa, que podría ser de todo menos inocente.- Creo recordar que eras una de las Diamond. Una de las compañeras de Miranda, ¿acerté?