Un paseo de Sábado [Diana]

Por fin;; habia llegado el fin de semana,después de una semana realmente agotara,habia tenido que hacer un montón de examenes pero por suerte,habia conseguido aprobar todos esos exámenes,espero que mis padres me den una buena recompensa por haber aprobado con todo con muy buenas notas,normalmente solia aprobar todo,y también con bastante buenas notas,pero cuando sacaba notables o bienes,conseguia que el profesor con un poco de chantaje me subiera la nota a un A,es decir,a un sobresaliente,no me gustaba sacar notas inferiores a nueva,solo porque me gustaba ser el mejor en todo hasta en los estudios,y sobre todo,en los deportes. Bueno decidi de dejar de pensar en los examenes,total era sabado y podia hacer lo que quisiera,por suerte mi madre me habia dado la mañana libre,los sabados por la mañana mi madre quedaba con sus amigos para hacer cualquier deporte,pero este sabado por suerte no...que suerte,tendria toda la mañana para hacer todo lo que yo quisiera,esto era una oportunidad única en la vida!.
Me desperte como a las once de la mañana o once y media,esa noche me habia pasado la noche entera viendo la tele,peliculas de miedo y eso...cuando me levante me di una buena ducha para despejarme,y despues me arregle,peinandome el pelo con gomida,y poniendome ropa cómoda,unos vaqueros,camiseta negra y una deportivas negras.
Después sali de casa,y pedi un taxi para que me dejara en Great Plaza,eso se encontraba lejos de mi casa,y no me apetecia para andar solo porque estaba medio dormido,espero despejarme un poco la luz del sol. Al llegar a esa plaza,decidi dar varios paseos hasta que me canse,y me sente en un banco,luego volveria a andar de nuevo,no me di cuenta,y estaba acompañado de una chica,pero no me fijé mucho en ella.

Sábado por la mañana. ¿Qué hace una Summer normalmente un sábado por la mañana? O, mejor dicho, ¿qué hacía yo?
La verdad, no seguía una rutina definida. No me gustan las rutinas. Ya era suficiente el hacer prácticamente lo mismo de lunes a viernes, cada semana, cada mes. Por eso, los fines de semana tenían que ser... Diferentes.
Por ejemplo, la noche anterior había dejado las persianas abiertas para que esa mañana me despertara con la luz del sol. Lo cierto es que sentí un impulso de quedarme a seguir durmiendo en mi cama, pero terminé por desesperezarme. Desayuné, me di una ducha. ¿Y después? Había acabado ya casi todos los finales, por lo que no me apetecía sentarme ya a estudiar.
Así que me puse unos pitillos, una sudadera sencilla y unas deportivas, y auriculares en orejas, salí a la calle a ver un poco el ambiente de esa mañana.
Me pillé un metro y llegué a Great Plaza. No había tanta gente como la que habría ese mismo día por la noche -¡ni mucho menos!-. Un hombre paseando a su perro. Caminé por la plaza. Un niño jugando con su madre a la pelota. Seguí caminando. Dos niñas saltando a la comba. Un chaval con una barra de pan recién comprada. Una chica hablando a gritos por el móvil. Dean. ¡Espera, Dean! Tan ensimismada, y no me había dado cuenta de que el mismísimo Foster estaba ahí, caminando a mi lado. Tenía cara de adormilado. ¿Habrá ido de fiesta esta noche? ¿Habrá estado con Julianna...? En realidad, prefería no pensarlo.
No parecía haberse percatado de mi presencia. Con suerte podía pasar desapercibida y evitar otra situación tensa, como la de Outland... Pero entonces, una pelota llega a mis pies y un niño acude corriendo hacia mí. Esto era la ley de Murphy.
Me agaché, y recogí la pelota, dandosela amablemente. "Muchas gracias", dijo con una sonrisa, esa de las que solo conservan los niños, esos endiablados seres con el mar en la mirada y plagados de inocencia.
- No hay de qué -respondí imitando su sonrisa; me incorporé, supuse que Dean ya sabia que estaba allí, pero ni saludaría, todo un clásico entre Dallig.
Se me ocurrió que podría ir a mirar zapatos... Mañana era la fiesta y los que tenía no me convencían. Di un suspiro. Para colmo, el anfitrión era el señorito Dean. Hay que joderse.

Decidi sacar mi móvil del bolsillo y me puse a mirar mensajes nuevos que tenia y me puse a contestarlos,eran todos de mis amigas y de mi novia,luego me puse a borrar los mensajes antigüos que no me gustaban,solo lo hacia porque realmente me aburria,creo que deberia haberme quedado en mi casa para seguir durmiendo,pero bueno,ya que estaba por aquí,supongo que me quedaria un rato en el banco sentado y luego daria un nuevo paseo por la plaza,este era uno de mis sitios favoritos,era el lugar perfecto para una pareja de enamorados,pero nunca habia traido a Julianna porque realmente no estaba enamorada de ella.
Después de haber estado un ratito pensando y con el móvil,decidi guardar el móvil de nuevo en el bolsillo,y fijé mi vista en los niños que estaban jugando al fútbol,y entocés fue cuando me di cuenta de que Diana también se encontraba en este lugar,nada más verla aparte la vista de ella sin saber que hacer,hace unos dias la dije que la queria y vamos,me rechazó por asi decirlo,por lo que me daba un poco vergüenza el volver a hablar con ella. Pero bueno,creo que deberia ser educado con ella,y levantarme aunque sea solo para saludarla,por lo que me levante lentamente y también caminé lentamente hacia ella,y una sonrisa algo fingida apareció en mi rostro.
-Hey...Hola Diana.
Intentaba ser amable con ella,no me gustaba llevarme mal con la gente,creo que solo seri aun saluda y un que tal,y de nuevo volveremos a nuestras cosas,seguro.