What do you want from me? [Caroline]

por **Vincent Hewitt** Sáb Nov 13, 2010 3:01 am

Hace unos días que Carol y él no se ven. En un principio, eso no debería ser un problema para alguien como él. Quiero decir, está tan acostumbrado a ver chicas ir y venir... Pero, por supuesto, ella es su novia. No es que estén enamorados, o que se quieran con locura... Pero encajan bien. Decidieron en su día iniciar una relación donde gobiernan las noches locas y los actos impulsivos del uno hacia el otro: no se aman, se desatan pasión y lujuria.

Digamos que Caroline Van Aller es su pelirroja explosiva. Es una tía como pocas, y eso le gusta.
Y por otro lado, está eso que le pasa a su cabeza. Quiere creer que Carol no es más que eso, pero... ¿lo es? Quién sabe.

A lo que vamos. Vía móvil, han quedado en el parque a las once de la noche para "dar una vuelta". Al final dar una vuelta siempre es lo último que podrían hacer, al menos andando. Ya me entendéis.
Son las once y diez. Vincent está apoyado en la farola, la farola donde suelen encontrarse, su punto de encuentro. Honestamente, está deseando que llegue. Odia admitirlo, pero es la mejor compañía que podría tener. Sobre todo cuando le abraza... Y hacen "esas" cosas.

por **Caroline Van Aller** Sáb Nov 13, 2010 3:19 am

Las cosas realmente en la cabeza de Caroline están muy confusas. Está 'andando' con un chico que es realmente único, pero ... ella está acostumbrada a los juegos con los hombres, a tenerlos para el sexo, unos que otros jueguitos y adiós al hombre. Pero con él que estaba ahora era realmente distinto. Odiaba admitir lo cierto que era ello, pero no podía hacer nada. Siempre intentaba ser un poco indiferente con sus sentimientos hacia Vincent, pero era raro todo lo que pasaba realmente.

Habíamos acordado venir esta tarde y juntarnos tipo once. Y yo como la mayoría de las veces me demoraba, pues me demoraba en arreglar mis cosas y acomodar mi cabello, pintarme y todo. Iba vestida muy sensual, algo típico en una chica como yo. Al llegar lo ví apoyado en un foco, y me extrañó que se me acelerara el corazón. ¿Porqué a alguien como yo le sucedía algo tan tonto como eso? No me cabía en la cabeza, por lo cuál me acerqué a el indiferente completamente.

.- Hola Vincent... - Dije mientras me iba acercando a él a paso muy sensual. Está bien, era una chica sensual y no podía evitarlo. Desordené mi cabello antes de llegar, como algo que siempre hacía, y la forma en que él siempre me daba la bienvenida, y veía mi gesto.

por **Vincent Hewitt** Sáb Nov 13, 2010 3:34 am

Mira el reloj de forma despreocupada: las once y cuarto. En realidad lo de la puntualidad no le importa. Es sólo ese impulso que tiene dentro que le incita a esperarla y no sabe por qué; normalmente, si una tía llega tarde, se larga, aunque sea ella la que crea que ha sido plantada, mejor así. Pero con su novia... Espera. Quizá sea porque la espera merece la pena. Es su pelirroja candente, a fin de cuentas.

No tarda en verla venir. Ahí, en medio de esa oscuridad nocturna que asola el parque, sólo rota por la tenue iluminación de farolas como esa en la que está apoyada, viene acercándose. Es inconfundible, por su forma de andar, por su vestimenta que deja tan poco a la imaginación, por su cabellera roja como el fuego.

- Hola, Carol... -se acerca también, mordiéndose el labio inferior en medio de una contenida sonrisa cuando ve que se desordena el pelo. Le encanta que haga eso, le da un aire aún más sexy del que tiene por sí sola- Eres mala... -le reprocha, bromeando, terminando de acercarse y alargando sus brazos para pasar sus manos por su cintura y luego rodearle esta. Sí, a pesar de que sólo estén juntos por el sexo, o eso es al menos lo que pueda parecer, tienen la tendencia de actuar como novios, en cierto modo, haciendo esas cosas- ¿Te parece bonito tenerme cinco días sin verte? -realmente no sabe si han sido tres o diez, pero le gusta tener algo que reprocharle, jugueteando con las palabras mientras se pega a su cuerpo, sintiendo la prominencia de sus curvaturas contra él.

por **Caroline Van Aller** Sáb Nov 13, 2010 3:52 am

Al momento en que llegué e hice lo que siempre hacía, el de desordenarme el cabello el sonrió con su particular sonrisa, que parecía dejarme sin aliento , o sea a cualquiera, pero haría lo posible por resistirlo, no me podía dar. Él era un solo un juego sexual, y eso debía admitirlo y asumirlo. Asumirlo podía, pero por algo el me hacía sentir más cosas que un simple 'jugete sexual' Dios, es tan malo esto.

Me tomó de la cintura y me acercó a él jugueteando conmigo. Si él lo hacía sin ningún problema, yo lo haría definitivamente. Sonreí y asentí con la cabeza cuando dijo lo que tenía esperando y sin verme hace unos 5 días. Eran 5 dias desde que no nos veíamos. - Supongo que de esa forma... me necesitarías más aún. - Susurré acercando mi nariz para frotarla con la suya, y dejando que mi aliento diera en su cara, como para incitarlo a ver si me besaba.

Él era único, definitivamente, lo era, y me encantaba su forma de ser tan única. Pero... ¿Qué diablos hablo? Obvio, el era como lo era, porque le gustaba el sexo y todo conmigo, ya me había entrado a la cabeza y lo tenía más que asumido. - En 5 días supongo que me necesitaste bastante, así que mucho mejor para mí... ¿no crees?. - Pasé mis manos por su espalda para acariciarla y provocandolo, como era algo muy pero demasiado común en mí, sobre todo con él. - ¿O me equivoco Vincent? . - Me acerqué a sus labios, pero aún sin besarlo.

por **Vincent Hewitt** Sáb Nov 13, 2010 4:03 am

¿Que la necesitaría? Él no la necesita, no necesita a nadie. Si va a cualquier lado, con sólo chasquear los dedos o sentarse a esperar, tendría a cientos de chicas comiendo de la palma de su mano.
¿Problema? La quiere tener a ella, no a cualquiera.
- ¿Qué te hace pensar que te necesito... más? -esa última palabra se le escapa sola, y se maldice por ello: sin ella, la frase sonaría demoledora, pero con un "más" al final, suena a que efectivamente, la necesita. ¿La necesita? Maldita sea, ya le hace dudar.

Y luego viene a rozarle la nariz, y a echarle el aliento en la boca. Entreabre los labios, pero no dice nada. Esta chica sabe cómo despertar sus hormonas más dormidas, aunque dormida ya no tenga ninguna.
- Ah, pero seguro que tú también me echaste en falta...

Se sale por la tangente, devolviéndole la jugada. Sabe que ella quiere que caiga él, que la bese él primero. Pero siempre puede jugar un poco más.
- Tal vez sí... tal vez no -responde, guardándose la respuesta, como siempre, con ese toque misterioso. Ni la besa ni la deja de besar: asoma su lengua y la acerca a sus labios, rozando con ella el contorno, dibujando un círculo alrededor de sus labios, humedeciéndoselos. Un pequeño escalofrío le sacude al notar sus caricias en la espalda. Él hace lo mismo, pero lleva una mano a su cabello, enredando sus dedos en él. Una sensación... refrescante al tacto.

por **Caroline Van Aller** Sáb Nov 13, 2010 4:13 am

Así que estaba con el juego de provocar... la verdad quería que el cayera antes que yo, y que me besara antes de que lo hiciera yo. Cuando se le escapó esa frase de si es que yo creía que me necesitaba más.... ¿Más que a las otras mujeres? ¿Eso quería decir que él realmente necesitaba de mí? Oh vamos, es un chico que puede tener a cualquier chica, al igual que yo puedo tener a cualquier chico, pero ... rayos, todo era confuso, y lo sabía.

.- Yo necesitarte... no lo sé... tal vez podría ser, o tal vez no.. estás en lo correcto. - Susurré... el chico al pasarme la lengua por los labios casi hace que me dé un escalofrío que no puede evitar, y pasó, temblé pero... no sé de qué. Intenté que pasara desapercibido hablando tan indiferente como pudiera. - No sé... tendrás que comprobarlo tu mismo. - Susurré y a continuación bajé mis labios hasta plantarlos en su cuello de forma provocativa.

- Adivínalo... - Susurré en su cuello, sabiendo lo que lo llegaba a provocar eso, lo conocía perfectamente por lo cuál no me costaba adivinar que le podía hacer que yo ganara finalmente eso y sería así. Volví a sus labios, pero ni siquiera a besarlo. Pero sí, pasé mis labios besando su mandíbula, todo su contorno.

por **Vincent Hewitt** Sáb Nov 13, 2010 4:23 am

Ella sigue su juego de dejarle con la incógnita, como era de esperar. Es una de las cosas que la convierten en una chica tan provocativa, ese halo de misterio morboso que sabe crearse a sí misma para hacerse interesante. Y vaya si lo consigue. Normalmente es él quien hace caer a las chicas. Una de las cosas que más le fascinan de Carol es precisamente eso, que es la única que ha conocido capaz de hacerle caer a él.

- No dudes que lo haré -oh, sí. Lo comprobaría, y lograría que le dijera lo que le necesitaba... Algún día.

Pero no parece que vaya a ser ese. No, cuando ataca sus puntos débiles de esa forma.
- Hmm... Yo creo que sí -sí, si él la ha necesitado a ella, ella a él también. Pero el caso es que ella acaba de suspirarle esa palabra contra el cuello, contra su punto débil, para después cometer el error de acercarse a sus labios. Error, porque acaba de hacerle caer. Y, francamente, a él le da igual caer, tratándose de Caroline Van Aller.

No dice nada que admita su derrota; simplemente la deja ver. Tira un poco con la mano que tiene en su cabello para alzarle el rostro y enfrentarlo al de él, y se acerca estampando sus labios contra los de ella, besándola con intensidad, entreabriéndole los labios con la lengua en pleno beso para introducirla en su boca. Llevan cinco días sin liarse, no va a andarse con minucias.

por **Caroline Van Aller** Sáb Nov 13, 2010 4:32 am

Amaba la forma en que nos provocábamos el uno al otro esperando siempre que el otro cayera y fuera el que finalmente empezara con todo, con los besos, caricias etc. Y si, lo había logrado, había atacado su punto débil y él había caído finalmente y como era de esperarse no habló de su perdida, ni que yo había ganado finalmente.

.- He ganado. -Susurré antes de que levantara mi cabeza y estampara sus cálidos labios en los míos, y sin contemplación alguna introdujo su lengua en la mía, y yo sonreí en sus labios, sabiendo que otra vez había echo caer a un hombre a los pies de la perfecta Caroline Van Aller. Siempre los hacía caer, por muy difícil que finalmente esto resultara, lo hacía y me complacía en grandes cantidades.

Comencé a hacer casi lo típico. Pasé mis brazos por su cuello, atrayéndolo a mí y comenzando a masajear mis labios en contra de los suyos, aún besándolo, moviéndo la cabeza a un lado, haciendo que nos besáramos intensamente y que nuestras bocas encajaran como si fueran piezas de puzzle.

por **Vincent Hewitt** Sáb Nov 13, 2010 4:39 am

"He ganado". Odia que le haga eso, y adora que lo haga en el momento justo para que no pueda hacer nada al respecto.

Y eso es precisamente lo que ha hecho: declarar su victoria un instante antes de que los labios de ambos se unan en un beso.
Obviamente, no va a cortarlo para seguir discutiendo. Se pega a ella, por completo, rodeando su cintura con aquel brazo y tirando de ella hacia sí, amoldando el cuerpo del uno al del otro.

Ha de admitirlo: le encanta besar a Carol. Así, como está ahora, pegado a ella, abrazándola, con los ojos cerrados y la cabeza ladeada, moviendo los labios intensamente contra los de ella, jugando con su lengua, buscando la cálida humedad de la suya. Se pasaría horas besándola, aunque no lo admita, ni lo haga. De momento se conforma con ese rato que pasan allí, besándose bajo la farola.

Baja su mano por su espalda, como quien no quiere la cosa, hasta que llega a lo que ya no es espalda, y le da un pequeño pellizco en el trasero antes de dejar su mano ahí, como si nada. Por supuesto no se separa: se limita a sonreír en sus labios y prologar el beso, intensificándolo, bebiendo de su pelirroja.

por **Caroline Van Aller** Sáb Nov 13, 2010 4:47 am

Sí, había embarrado completamente a Vincent. Pues justo había sacado mi triunfo segundos antes de que nos besaramos, y eso lo derretía completamente. Al igual que él a mí. ¿Qué mierda decía? No no no! el no me podía derretir ni nada, definitivamente no. En sus labios suspiré como quién está con la persona que ama, aunque claro, yo no lo amaba.

Sentí su leve agarrón y como dejaba la mano ahí sin moverla y la verdad no me molestaba en lo absoluto. Pero me vengaría. Bajé mi mano a su miembro, tocandolo levemente con mi mano y sonriendo y volviendo de nuevo mi mano a su lugar original. Mis labios jugueteaban con sus labios y su lengua, mezclando nuestras salivas y que ni siquiera se reconocían.

Me era imposible resistirme a este chico, era totalmente único, pero pretendía hacer otras cosas esta noche. No sé si tener sexo, porque no quería engancharme más y más con él, porque o si no terminaría... ena... No no y triplemente no. Nunca me enamoraría de alguien como él. Yo nunca me enamoraría en mi puta vida. Metí mi lengua en su boca por última vez y me separé unos centímetros de él. [color=cyan]- ¿Qué te parece si vamos a comer algo o a tomar algo?[/color]

por **Vincent Hewitt** Sáb Nov 13, 2010 11:04 am

Igual que se siente a sí mismo tocándole el pandero, siente cómo ella le toca el paquete. Hace algo parecido a dar un pequeño respingo sin moverse del sitio, pero no le aparta la mano ni da señales de querer hacerlo. No le disgusta que le toquen. No le disgusta que le toque, por cierto ò_ó

Igual que no le disgusta en absoluto prolongar el beso un poco más. Beber de sus labios, sentir su lengua, sentir cómo la saliva de ambos se mezcla en sus bocas, sin poder saber cuál es de quien. Sus besos siempre son así, apasionados, húmedos, dándolo todo.

Como si siguieran un ritual, él ha empezado, y ella termina. Aún no la suelta, por cierto, ni ella le ha soltado a él, porque Carol sigue con sus brazos asiéndole el cuello, y él rodeándole la cintura... O más abajo, tal vez. Siente esa última metida de lengua y pasa sus labios por ella en el proceso, rozando su nariz con la de ella en el proceso. No es un gesto romántico ni nada. No hay romanticismos. Ellos no se quieren. ¿A que no? e_e
- No veo por qué no... ¿Te valen los perritos que venden por el parque o prefieres algo más elegante? -pronuncia esas últimas palabras con un divertido tono de burla. Ellos no van a sitios elegantes. Eso es de gente que se quiere. Gente como Alex y Miranda.
Bah. Mientras la pelirroja se lo piensa, se entretiene dándole besos pequeños por el cuello.

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